DON QUIJOTE DE LA
MANCHA MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA (VERSION BREVE)
Capítulo I
Personajes: Don Quijote,
Rocinante, el ama, la sobrina de don Quijote y Dulcinea del Toboso
La historia transcurre en La
Mancha, donde el protagonista es un hombre cincuentón muy dado a las novelas
de caballería, sobre todo a
las de Feliciano de Silva, estás eran tan liosas que le llevaron a la locura.
Él creía ser un prestigioso
caballero andante y como tal tener armas y un rocín a punto para cualquier
batalla.
Le llevo mucho tiempo pensar
un nombre para su rocín, pues este debía ser significativo, que sonara
poderoso, como Rocinante.
También se buscó un nombre
para sí, uno que honorara a su patria, le llevó muchos días, pero al final dio
con
uno, don Quijote de la Mancha.
Pensó que todo buen caballero
necesitaba una dama de quien enamorarse y por quien librar batallas. Recordó
a un antiguo amor, una moza
llamada Aldonza Lorenzo, a la que él llamó Dulcinea del Toboso.
Capítulo II
Personajes: Don Quijote,
Rocinante, dos mujeres, el ventero.
Don Quijote hizo su primera
salida, y aunque no es cabello, lo simulaba.
En su camino encuentra una
venta y don Quijote piensa que es un castillo. Allí don Quijote encuentra a dos
mujeres y piensa que son dos
doncellas. Entra en la venta y le dice al ventero que está buscando un sitio
donde
dormir, el ventero le dice que
en la venta está todo ocupado. Las dos mujeres le ofrecen algo de comer y se
siente muy agradecido.
Capítulo III
Personajes: Don Quijote,
Rocinante, Molinera, Tolosa, el ventero y los huéspedes.
Don Quijote al final se
hospeda en la venta y le pregunta al ventero si tiene algún lugar donde pueda
dejar sus
armas, ya que al día siguiente
quería que le nombrara caballero andante. El ventero se dio cuenta de que no
andaba muy bien de la cabeza
le siguió la broma e hizo todo lo que le pidió. Don Quijote dejó sus armas en
le
patio y las estuvo velando
toda la noche.
Un huésped de la casa se
acercó al pozo para darle beber a su caballo y don Quijote se enfrentó con él,
ya que
mientras se velaban las armas
nadie podía acercarse a ellas, los demás huéspedes empezaron a tirarle piedras
y
entonces el ventero les
explicó que estaba loco.
El ventero dijo a don Quijote
que debían adelantar la ceremonia, esto lo hizo por quería que se marchara
rápido. Más tarde fue nombrado
caballero andante por el ventero que fue ayudado por Tolosa y Molinera.
Marchó siendo caballero
andante.
Capítulo IV
Personajes: Don Quijote,
Rocinante, Andrés, el labrador, los mercaderes toledanos, los criados, los
mozos,
Dulcinea del Toboso. Cuando
Don Quijote salió de la venta, decidió ir a su aldea para encontrar un escudero
que le acompañara en
sus batallas. Cuando estaba a
medio camino oyó gritos y fue a ver lo que pasaba. Vio a un labrador dar
latigazos a su criado entonces
Don Quijote se enfrentó a él. Don Quijote le amenazó de muerte y este soltó al
criado, pero cuando Don
Quijote se marchó volvió a pegar al criado. Esta batalla se la dedicó a su
amada
Dulcinea.
Cuando llegó a la aldea y sé
encontró a unos de los mercaderes que tomó como enemigos.
Don Quijote les obligó a decir
que Dulcinea era muy bella y ella le dijeron que se lo diría aunque fuera fea y
Don Quijote se enfadó mucho un
mozo empieza de pelearse con Don Quijote.
Capítulo V
Personajes: Don Quijote,
Rocinante, Pedro Alonso, Nicolás, Pedro Pérez y el ama.
Don Quijote, tras la pelea
había quedado muy cansado él recordaba las historias de sus libros y creía que
las
personas de su alrededor eran
los personajes de ellas.
Estando en le suelo pasó un
labrador vecino suyo, Pedro Alonso, que le recogió y le subió en su borrico
llevándole al puerto. En el
camino, don Quijote iba recitando síntomas de su locura. Cuando llegaron a la
casa
del hidalgo, encontraron al
cura, al ama y a su sobrina muy preocupados, el ama le acostó para que
descansara, mientras le
preguntaron al labrador que había pasado.
Capítulo VI
Personajes: Don Quijote, la
sobrina de don Quijote, el barbero y el cura.
Mientras que don Quijote
dormía, su sobrina, el ama, el cura y el barbero entraron en la biblioteca de
don
Quijote, la cuál estaba llena
de libros de caballería. La sobrina y el ama dijeron que debían quemar los libros,
pero los demás quisieron
primero echarles una hojeada por si había alguno de alguien famoso o un
conocido.
Hubo bastantes que no fueron
quemados, entre ellos estaban "Amadis de Gaula", "Palmerín de
Inglaterra",
"La Galatea", entre
otros.
Se dieron cuenta del error que
hubieran cometido si hubieran quemado los libros sin antes mirarlos.
Capítulo VII
Personajes: Don Quijote, el
cura, el barbero, el ama, la sobrina de don Quijote, el labrador, Rocinante y
el
asno.
Don Quijote estaba todavía
dormido y comenzó a gritar, todos fueron a ver que le pasaba y entonces se
despertó. Su sobrina le dio de
comer y volvió a quedarse dormido.
El cura y el barbero pensaron
que para que no encontrase los libros restantes tapiaran la habitación
biblioteca.
Así lo hicieron.
Cuando don Quijote despertó
buscó la biblioteca y al no encontrarla preguntó al ama, esta le dijo que se la
había llevado el diablo pero
su sobrina le dijo que había sido un encantador.
Don Quijote le pidió a un
labrador llamado Sancho Panza que fuera su escudero, este accedió. Llenó sus
alforjas y montó en su asno,
junto a don Quijote y Rocinante partió hacia campos de Montier.
Capítulo VIII
Personajes: Don Quijote,
Sancho Panza, Rocinante, Dulcinea del Toboso, dos frailes, dos mozos, una
señora y
un escudero.
Don Quijote y Sancho iban
caminando y vieron a lo lejos unos molinos de viento con grandes aspas, el
valiente caballero pensó que
eran gigantes con muchos brazos a los que tenía que desafiar, se acercó con su
lanza y en un soplo de viento
cayó y la lanza quedó hecha pedazos. Sancho viendo esto fue a socorrer a don
Quijote, este ya recuperado
fabricó otra lanza con la rama de un árbol. Camino de Puerto Lápice se
encontraron con dos frailes de
San Benito, dos mozos y un carruaje en el cuál iba una señora.
Don Quijote pensó que tenía la
obligación de salvar a esa señora y decidió enfrentarse con los frailes. Más
tarde don Quijote se peleó con
un escudero que había escuchado y visto la pelea entre los dos frailes y don
Quijote, ambos sacaron sus
espadas y se enfrentaron.
Capítulo IX
Personajes: Don Quijote,
Sancho, Rocinante, el caballero Vizcaino, Dulcinea y dos señoras.
Estando en combate don Quijote
y el caballero Vizcaino se mataron, pero al autor no le pareció bien el final
así que lo cambió.
El autor estaba en Alcaná y
vio a un chaval que vendía cartapacios, al cuál compró algunos.
Los cartapacios estaban en
árabe y no los entendía, así que le pidió a un moro que los tradujera, decían
así:
"Esta Dulcinea tantas
veces en esta historia referida, tuvo la mejor mano para salvar puercos que
ninguna otra
mujer de La Mancha", en
el primer cartapacio estaba pintada la batalla entre don Quijote y el caballero
Vizcaino, también estaban
incluidos don Quijote y Sancho Panza. El moro siguió leyendo: "los dos
caballeros
con las espadas en alto se
dedicaron a atacar y el primero en atacar fue el caballero Vizcaino, que dio a
don
Quijote en el hombre
izquierdo, cayendo al suelo y desmontándosele la armadura. Se levantó con ira y
agarrando la espada le atacó
dándole en la cabeza. El caballero Vizcaino cayó y empezó a sangrar por la
nariz.
Don Quijote le obligó a
rendirse, el caballero Vizcaino había quedado tan mal que sino hubiera sido por
las
dos señoras del coche que
suplicaron clemencia le habría matado. Don Quijote aceptó lo que pedían las
señoras a cambio de que el
caballero Vizcaino fuera al Toboso a presentarse de su parte a Dulcinea.
Capítulo X
Personajes: Don Quijote,
Sancho Panza, Rocinante y el asno.
Cuando Sancho Panza se levantó
algo maltratado por el mozo Vizcaino, ayuda a don Quijote a montar en
Rocinante pero antes le pidió
que le hiciera gobernador de la ínsula que acababan de ganar.
Don Quijote le respondió que
esas aventuras no eran de ínsulas, sino de encrucijadas y que más adelante le
haría gobernador de la ínsula.
Tras un rato de camino, Sancho
dijo a don Quijote que deberían refugiarse en una iglesia, ya que había herido
a aquel mozo y la santa
hermandad les podía prender.
Don Quijote le replicó que a
los caballeros nunca se les presentaba ante la justicia por muchos homicidios
cometidos.
Tras curase don Quijote las
heridas con los ungüentos de Sancho, le dijo que tenía la receta del bálsamo de
Fierabrás, gracias a ella si alguna vez le partían en dos quedaría curado.
Más tarde comieron y Sancho se
lamentó de no tener manjares para su amigo, este le dijo que los caballeros se
alimentaban de lo que
encontraban por el camino.
Buscaron alojamiento para
pasar la noche y al no llegar al poblado durmieron al lado de las chozas de
unos
cabreros
Capítulo XI
Personajes: Don Quijote,
Sancho Panza, Rocinante, un hombre, Eulalia y los cabreros.
Don Quijotefué acogido por
unos cabreros junto a Sancho y Rocinante. Los cabreros con buena voluntad les
invitaron a la mesa, todos se
sentaron menos Sancho que más tarde, aconsejado por don Quijote, acabó por
sentarse.
Don Quijote empezó a hablar de
tiempos pasados donde todo se compartía y solo había paz, amistad y
concordia, no había fraudes ni
malicia. Otra cosa que resaltaba en su comentario era que no hacía falta juzgar
a nadie porque nadie hacía
cosas que mereciesen ser juzgadas. Mientras que don Quijote hablaba, Sancho y
los cabreros seguían comiendo
y bebiendo. Los cabreros le ofrecieron a don Quijote un romance acompañado
del sonido del robal, este
romance trataba de un hombre que intentaba cortejar a su dama llamada Eulalia
sin
que ella respondiera a su amor
de modo alguno. Cuando terminó el romamce, don Quijote quiso que
continuara la
velada, pero Sancho, más
comprensivo, dijo que lo mejor sería que don Quijote se fuera a dormir y que
los
cabreros debían tambien
descansar para la larga jornada que les esperaba mañana.
Don Quijote, como buen
caballero, decidió quedarse velando.
Capítulo XII
Personajes: Don Quijote,
Sancho Panza, Pedro, los cabreros, Marcela, Grisóstomo, Ambrosio, Guillermo y
tío de Marcela.
Estaba don Quijote con uno de
los cabreros cuando llegó un mozo del pueblo a comunicarles que había muerto el
estudiante Grisóstomo. Todos le dijeron al mozo que les explicara eso de que
había muerto por amores. El mozo les dijo que había sido por Marcela, la hija
del rico y les explicó como en el testamento de Grisóstomo se indicaba donde
quería ser enterrado. Los cabreros se pusieron de acuerdo para ver quien iba al
entierro y quien se quedaba cuidando las cabras. Después de esto don Quijote le
preguntó a Pedro que quien era Grisóstomo y este le explicó que era un mozo que
había estudiado astrología en Salamanca. Cuando terminó sus estudios se dedicó
a aconsejar a los señores de la zona sobre lo que debían sembrar en cada época
del año y así le hizo ganar a su padre una buena fortuna.
Decidió vestirse de pastor con
Ambrosio para conquistar a Marcela, la pastora de la que estaba enamorado,
Marcela era una moza muy bella que vivía con su tío, que era sacerdote, debido
a la muerte de sus padres que la habían dejado una buena fortuna. Debido a su
belleza, muchos caballeros pedían la mano de Marcela, pero esta quería que
Marcela eligiera por si misma, siempre le consultaba y ella le decía que era
muy joven. Aunque su tío no la dejaba salir y la tenía muy controlada, se hizo
pastora como las demás mozas, como era tan bella rompió el corazón de muchos
pastores, como fue el caso de Grisóstomo, que murió por el amor de ella. Así
acabó el relato de Pedro y don Quijote quedó en ir al entierro que se
celebraría al día siguiente, después Sancho le pidió a Pedro que dejara dormir
a don Quijote en su casa debido a sus heridas, este aceptó. Sancho durmió
apoyado en Rocinante.
Capítulo XIII
Personajes: Don Quijote,
Sancho Panza, los cabreros, Grisóstomo, los pastores, Vivaldo, un hombre, tres
mozos, Pedro, Dulcinea del Toboso y Ambrosio.
Cuando amaneció, los cabreros
se levantaron y fueron a despertar a don Quijote, le dijeron que si iba a ir al
entierro de Grisóstomo y dijo que sí.
Cuando iban por el camino se
encontraron con un grupo de pastores vestidos de negro y coronados con
guirnaldas de ciprés, también traían un bastón de acebo, con ellos venían a pie
Vivaldo. Uno de los hombres le preguntó a don Quijote porque iba armado de esa
manera en una tierra tan pacífica, este le contestó que el trabajo, la
inquietud y las armas solo se inventaron para los llamados caballeros andantes
de los cuales él era el menor.
Al oír esto, Vivaldo tuvo por
loco a don Quijote. Luego le preguntó que qué quería decir con caballero
andante, don Quijote sorprendido le respondió que si nunca había leído las
aventuras del rey Arturo y le contó la historia. Vivaldo le dijo que su
profesión era la más estrecha que había en la tierra y más importante que la de
los frailes, don Quijote contestó que la religión siempre quería el bien, pero
lo único que hacían era pedirlo al cielo y que los caballeros andantes peleaban
por esto, así siguió Vivaldo haciéndole pregunta y añadiendo comentarios.
Cuando don Quijote dijo que tenía una amada y que su nombre era Dulcinea el
Toboso, los pastores y Sancho comenzaron a pensar que realmente estaba loco.
Llegaron a las montañas donde
iban a enterrar a Grisóstomo, traían el cuerpo Ambrosio y un compañero. Cuando
le dejaron donde él mandó enterrar, pusieron sus libros alrededor de él para
luego quemarle, pero Vivaldo dijo que no y cogió uno de ellos para conservarlo como
recuerdo, pero Ambrosio dijo que los restantes serían quemados. Vivaldo leyó la
canción que escribió antes de morir.
Capítulo XIV
Personajes: Don Quijote,
Sancho Panza, Ambrosio, Vivaldo, Marcela, Grisóstomo, los huéspedes y
caminantes. Los versos desesperados de Grisóstomo narran el deseo de esforzarse
por olvidar su amor hacia Marcela, en la cual encuentra celos y mucha
confusión. En esta canción, comenta su muerte por Marcela, habiendo escuchado
la canción de Grisóstomo, el que la leyó no quedó satisfecho comparándola con
la historia que había escuchado sobre la bondad de Marcela.
Pero Ambrosio les aclaró la
versión, diciendo que esta canción la escribió en ausencia de Marcela. A
Grisóstomo le fatigaban los celos imaginarios que sentía, de pronto apareció la
bella Marcela. Ambrosio, sin contenerse, la preguntó que porque estaba allí y
la acusó de culpable de la muerte de su amigo, esta contestó que ella no tenía
la culpa de ser hermosa y bella, el cielo lo había querido así y por no romper
el corazón de muchos hombres fue a parar de pastora a los montes.
Dicho esto se marchó y don
Quijote compadecido de ella y como buen caballero se levantó y gritó que si
alguien se enamoraba de Marcela su furia caería sobre él. Acabados de quemar
todos los escritos de Grisóstomo pusieron su cuerpo sobre la sepultura y lo
cerraron, echaron flores y ramos y Ambrosio se encargó de poner una lápida con
su epitafio. Le dieron el pésame a Ambrosio y don Quijote se despidió de los
huéspedes y caminantes para seguir su camino en busca de ladrones por toda la
sierra.
Capítulo XV
Personajes: Don Quijote,
Sancho Panza, Marcela, Rocinante, el asno, arrieros gallegos y las yeguas de
los gallegos.
Don Quijote y Sancho fueron
hacia el bosque en busca de Marcela pero no tuvieron éxito. Comieron en un
prado de hierba fresca y dejaron a Rocinante y al asno pastando, con ellos
pastaban las yeguas de uno arrieros gallegos. Rocinante, siguiendo su impulso natural,
fue hacia ellas, pero estas le rechazaron dándole golpes con los dientes. Los
arrieros se unieron y dejaron al pobre Rocinante tirado en el suelo. don
Quijote y Sancho, que habían visto la pelea, fueron a ayudar a Rocinante,
Sancho no quería porque eran muchos, pero siguió fiel a su amo.
Don Quijote y Sancho acabaron
la pelea en el suelo mal heridos.
Don Quijote se sentía muy
culpable, porque según la ley de caballería no se podía luchar contra hombres
que no fueran caballeros y los arrieros no lo eran.
Aconsejó a Sancho que la
próxima vez tendría que luchar él solo, pero el escudero, atemorizado, le dijo
que no, que él no iba a luchar y menos solo, que él era muy pacífico. Más tarde
Sancho recostó a don Quijote sobre el asno y partieron buscando un sitio donde
pasar la noche. Encontraron una venta, que don Quijote consideró un castillo, y
entraron en ella.
Capítulo XVI
Personajes: Don Quijote,
Sancho Panza, el ventero, la hija del ventero, Maritornes, el arriero, un
cuadrillero de la Sta Hermandad vieja de Toledo, doncella y Dulcinea. Don
Quijote llegó a la venta que él imaginaba castillo y el ventero que le vio
preguntó a Sancho que qué le pasaba, él contestó que había caído de una peña y
tenía las costillas dañadas. Mandó el ventero a su mujer y a su hija que
curasen al huésped, entre la moza asturiana y Maritornes hicieron una cama a
don Quijote al lado de un arriero. Se acostó don Quijote y entre la ventera y
su hija curaron a don Quijote. Viendo la ventera el cuerpo de don Quijote pensó
que más que una caída esos eran golpes, Sancho dijo que la peña en la que se
había caído tenía muchos picos. Preguntaron a Sancho el nombre del caballero y
este les contestó que don Quijote de la Mancha, tambien les dijo que debían
sentirse orgullosos d tener allí a tan honorable caballero.
El arriero que dormía en la venta había
concertado con la asturiana Maritornes una cita para aquella noche y ella había
dado su palabra de que iría. Junto a don Quijote se había hecho una cama Sancho
con mantas y pronto se quedó dormido, pero don Quijote seguía despierto
pensando que la hija del ventero se había quedado prendada de él y que por la
noche iría en su busca. Llegó la asturiana que topó con los brazos de don
Quijote, ya que la habitación estaba a oscuras, él la creyó como la más hermosa
mujer pese a que su pelo y su aliento no eran lo que él pensaba. Don Quijote le
dijo que no podía pagarle esta vista porque estaba comprometido con Dulcinea.
Esto lo escuchó el arriero y vio que Maritornes intentaba desasirse de los
brazos de don Quijote, así que decidió ayudar a su amada. Estuvieron peleando
largo rato pero cuando llegó el ventero no encontró alboroto alguno. Maritornes
estaba acurrucada junto a Sancho lo que provocó que el ventero empezara a dar a
Sancho y este a un mozo. Ser despertó un cuadrillero de la Sta Hermandad de
Toledo y pidió que se fueran todos a dormir
Capítulo XVII
Personajes: Don Quijote,
Sancho Panza, Dulcinea del Toboso, Maritornes, el asno, el ventero, el
cuadrillero, la hija del ventero y los gallegos.
Don Quijote preguntó a Sancho
si dormía y este le dijo que aunque quería no podía, porque todos los diablos
habían estado con él esa noche, don Quijote le dijo que podía ser porque el
castillo estaba encantado y le confesó una cosa que le había pasado esa noche,
pero le hizo jurar que no se lo contaría a nadie hasta que él hubiese muerto,
habiéndolo jurado le deseo la muerte a don Quijote ya que no podía guardar las
cosas mucho tiempo.
Don Quijote, le contó que la
noche anterior había estado hablando cariñosamente con la bella hija del amo
del castillo, pero que debía guardarlo en secreto por la fe que tenía en él su
señora Dulcinea. Don Quijote le siguió contando a Sancho que como el castillo
estaba encantado mientras hablaba con ella, alguien le dio una puñalada y le
dejó peor. Por esto don Quijote llegó a la conclusión de que la belleza de
aquella mujer la guardaba un moro que no quería que él la poseyera. Después de
confesarle el secreto, Sancho le dijo que él tambien había sido golpeado, entonces
entró a encender el candil un cuadrillero y le preguntó a don Quijote qué como
se encontraba, don Quijote que le confundió con el moro se lo tomó a mal y le
insultó llamándole majadero.
El cuadrillero se enfadó y
pegó a don Quijote en la cabeza con el candil, luego don Quijote mandó a Sancho
a por ingredientes para fabricar un bálsamo y curarse con él las heridas.
Cuando Sancho llegó, don Quijote preparó el bálsamo y después de bendecirlo
tomó un poco y empezó a vomitar, luego se quedó dormido. Sancho tambien probó
un poco, pero como no lo vomitó le sentó muy mal. Cuando se despertó don
Quijote ensillaron a Rocinante y al asno y cuando estaban a punto de marcharse
llamaron al ventero y este quería que pagasen la posada y don Quijote dijo que
los caballeros no pagaban posada, dicho esto huyó. Cogieron a Sancho, el cual
tambien se negó a pagar y lo empezaron a mantear hasta que se cansaron y le
robaron. Mª Tornes socorrió a Sancho dándole vino.
Capítulo XVIII
Personajes: Don Quijote,
Sancho Panza, Rocinante, el asno, Pedro Martínez, Tenorio Hernández, el
ventero, Juan Palomeque el zurdo, el emperador Alifanfarón, Pentapolín del
Arremangado brazo, su hija, Laurcalco, Micolembo, Brendabarberán de Boliche,
Timonel de Carcajona, Pierres Pepín, el duque de Nerbia Espartafilardo del
bosque y los pastores. Don Quijote dijo a Sancho que le habría ayudado y
defendido, pero que la venta debía estar encantada, ya que él lo intentó, pero
unos hombres llamados Pedro Martínez, Tenorio Hernández y Juan Palomeque le retuvieron.
Sancho le dijo que debían volver a casa y así no habrían más altercados, pero
don Quijote le respondió que no, ya que el vencer batallas era una gran
satisfacción. Sancho le recriminó que lo único que habían recibido eran palos.
Mientras hablaban, don Quijote vio una gran polvareda y dijo que era un
ejército que venía marchando, pero Sancho dijo que debían ser dos ejércitos, ya
que había dos polvaredas, al final resultó ser que eran ovejas.
Don Quijote creyó que a la
cabeza de un ejército estaba el emperador Alifanfaron y en el otro Pentapolín
del Arremangado brazo y que eran enemigos.
Sancho preguntó porque eran
enemigos y don Quijote respondió que el emperador era pagano y estaba enamorado
de la hija de Pentapolín que era cristiana. Don Quijote quería intervenir y
vencer en la batalla. Subieron a la loma para ver mejor y dijo a Sancho:
"aquel que allí ves es el veleros Laucardo y aquel otro es el temido
Micolembo, aquel es Brendabarberán de Boliche, el de enfrente es Timonel de
Carcajona" uno a uno fue diciéndole los nombres de todos, el duque de
Nerbia, Pierres Pepín. Don Quijote se bajó de la loma para ayudar al ejército
del emperador, mientras Sancho le decía que volviese, los pastores de las
ovejas apedrearon al pobre don Quijote que mató a siete ovejas. Los pastores
creían que lo habían matado y se fueron corriendo. Sancho bajó y habló con su
amo la posibilidad de volver a casa, pero al final decidieron ir a buscar
alojamiento.
Capítulo XIX
Personajes: Don Quijote,
Sancho, el bachiller Alonso López y los caballeros. Sancho le dice don Quijote
que todas las aventuras que están pasando han sido debidas al pecado que
cometió al desobedecer la orden de su caballería. Don Quijote le dio la razón.
Llegó la noche y no tenían donde pasarla, tenían hambre y no sabían que hacer.
Siguieron caminando creyendo que a una o dos leguas encontrarían una venta.
Vieron a lo lejos que se acercaba una multitud de hombres y se quedaron haber
que pasaba. Sancho empezó a temblar y don Quijote le dijo que esa sería una grandísima
aventura. Vieron a veinte encamisados, todos a caballo con sus antorchas
encendidas, detrás de estos venían a pie unos vestidos de luto, esta visión a
esas horas de la noche hizo que Sancho tuviera mucho miedo. A don Quijote le
recordó a una escena de un libro y pensó que traían a un caballero en andas a
las que él debía vengar. Se echó en medio del camino gritando. Debido a que no
quisieron parar, don Quijote se enfrentó a ellos, Sancho le dijo que había sido
muy valiente y que le había salvado. Uno de los hombres que estaba en el suelo
le dijo a don Quijote que no le matara, que era un bachiller llamado Alonso
López, natural de Alcobendas y le explicó que venía de la ciudad de Baeza, con
destino a Segovia para dar sepultura al caballero que llevaban en la litera.
Sancho le explicó al bachiller que el valiente que les había derrotado era don
Quijote de la Mancha o el caballero de la triste figura. El bachiller se marchó
y al poco volvió y le dijo a don Quijote que quedaba excomulgado por luchar contra
ellos, pero don Quijote le dijo que no sabía que había peleado con miembros de
la Iglesia, dicho esto se marchó el bachiller si decir nada. Sancho y don
Quijote cogieron a Rocinante y al asno y buscaron un sitio donde pasar la
noche.
Capítulo XX
Personajes: Don Quijote,
Sancho, Rocinante, el asno, el pastor López Ruiz y la pastora Torralba. Don
Quijote y Sancho iban por la noche andando acompañados por Rocinante y el asno
buscando una fuente. Encontraron un arroyo, pero cuando iban hacia él escucharon
golpes extraños que asustaron a Sancho Don quijote quiso ver que pasaba, pero
Sancho no le dejó entonces don Quijote le pidió que le contara un cuento. Este
le contó uno que decía así, un pastor llamado López Ruiz estaba enamorado de
una pastora, Torralba, esta intentaba poner muchas veces celoso a López Ruiz y
este acabó por cansarse y decidió marcharse de la ciudad, Torralba intentó
impedírselo, pero no sirvió de nada. Sancho le dijo a don Quijote que ahora
debía contar todas las ovejas de la historia, est lo hizo para asegurase la
atención de su amo. Don Quijote perdió la cuenta y Sancho dio por finalizado el
cuento.
Estuvieron hablando toda la
noche hasta el amanecer. Don Quijote volvió a oír otra vez los golpes y quiso
ir a averiguar que pasaba, pero Sancho, llorando, le pidió que por favor no
fuera. Don Quijote no le hizo caso y fue a ver que pasaba. Llegaron a un prado
en el que había unas casas mal hechas, de ellas procedían los golpes, los
autores eran solo tres niños de Batán. Sancho no pudo aguantar la risa y esto
molestó mucho a don Quijote y le pegó en la espalda.
Capítulo XXI
Personajes: Don quijote,
Sancho Panza, Martina, Mambrino, Helena, Dulcinea del Toboso, el Gran Mameluco
de Persia, un rey, una reina, la infanta, Rocinante, el asno de Sancho y el del
barbero. Don Quijote y Sancho iban caminando y empezó a llover, Sancho le dijo
a don Quijote que si sé en los molinos de los Batanes, pero este dijo que no,
ya que estaba prediciendo otra aventura. Don Quijote vio al barbero montado en
el asno que llevaba el yelmo de Mambrino, el cuál don Quijote deseaba desde
hace mucho tiempo, Sancho solo vio a un barbero que se cambiaba de pueblo.
Don Quijote fue a coger el
yelmo, y le contó a Sancho la historia del yelmo. Fue forjado por los Dioses y
era muy resistente, Sancho le miraba incrédulo. Sancho le dijo que cogiera el
asno del barbero porque le gustaba más que el suyo, este le dijo que no pero al
final accedió a cogerlo. Mientras iban caminando, Sancho le dijo a don Quijote
si le podía contar un secreto. Le dijo que le gustaría que fuera a una corte
para dejarse mandar por el rey, y así ser famosos, ricos y bien tratados. Don
Quijote le contó a Sancho otra historia, era de un caballero andante que
después de haber vencido al gigante Bocabruno y desencantar al Gran Mameluco
fue a la corte del rey allí conoció a la reina y a la infanta, después de pasar
mucho tiempo en la corte y de ganar muchas batallas, se casó con la infanta y
cuando murió el rey le cedió el puesto al caballero. El nuevo rey casó a su
escudero con una criada y le hace duque. Después de contar esto le preguntó a
Sancho si era lo que quería y este le dijo que sí y se marcharon.
Capítulo XXII
Personajes: Don Quijote,
Sancho Panza, el asno, Rocinante, el comisario, los guardas, los galeotes y
Ginés de Pasamonte. Don Quijote y Sancho iban caminando y vieron por el camino
a doce hombres encadenados y a dos en caballo y con escopetas. Los doce hombres
eran galeotes, esclavos del rey que iban a las galeras. Don Quijote pensó que
era una injusticia, ya que iban en contra de su voluntad. Fue a hablar con uno
de los guardas y le preguntó porque iban encadenados y este le dijo que hablara
con ellos. Don Quijote fue preguntando uno por uno las causas de sus
desgracias, algunos se echaron a llorar por su desdicha. Al rato llegó otro
preso aun más encadenado que los demás y don Quijote quisieron saber el porque
y le dijeron que había cometido más delitos que los otros. Se llamaba Ginés de
Pasamonte y se acercó a don Quijote diciéndole que no quería limosna. El guarda
se acercó al preso enfurecido y sacó la vara para darle, pero intervino don
Quijote y les dijo que dejaran a estos hombres en manos de Dios, pero uno de
los guardas dijo que no tenían el suficiente poder sobre ellos como para dejarles
libres. Don Quijote empezó a luchar con ellos por la libertad de los presos,
estos ayudaron a don Quijote, los guardas huyeron y Sancho muy triste le rogó a
su amo que tambien se fueran. Don Quijote mandó a los galeotes que se
presentaran ante Dulcinea y la contaran la batalla. Ginés viendo la locura del
caballero comenzó a apedrearles y los demás le siguieron, les robaron y al
pobre Sancho le dejaron desnudo. Los ladrones huyeron de la Santa Hermandad.
Capítulo XXIII
Personajes: Don Quijote,
Sancho Panza, Ginés de Pasamonte, un cabrero, el asno, los pastores y un
mancebo.
Don Quijote y su escudero
llegaron a Sierra Morena. Mientras dormían llegó Ginés y aprovechándose de la
situación le roba el asno a Sancho y huye. Por la mañana, Sancho estaba muy
triste por la pérdida de su asno y don Quijote prometió recompensarle con tres
pollinos. En su camino tropezaron con una maleta que tenía ropa, escudos de oro
y un libro. Don Quijote leyó el libro y le dio a Sancho los escudos, siempre y
cuando si encontraban a su dueño se los devolviera. Siguieron su camino y
vieron a un hombre desnudo saltar de peña en peña. Don Quijote pensó que podía
ser el dueño de la maleta y trató de alcanzarle, Sancho no quería ya que quería
quedarse con el dinero, pero al final acompañó a su amo. Apareció un cabrero al
que preguntaron si había visto al dueño de la maleta, este les cuenta que hace
unos meses llegó a una majada de pastores un mancebo en busca de un lugar
escondido, los pastores le dijeron uno y se dirigió hacia allí. Pasados unos
días el mancebo empezó a atacar a los pastores del lugar para robarles. Cuando
fueron a buscarlo encontraron a un hombre cortés y amable que les contó que
estaba allí para cumplir penitencia. Se disculpó por los asaltos y prometió no
volver a hacerlo, pero pasados unos minutos se lanzó contra uno de los pastores
creyendo que era un tal Fernando al que insultaba. Con esto vieron que la
locura le venía a ratos. Los pastores querían llevarle al pueblo para así poder
curar su locura. Terminado el relato, apareció el mancebo y don Quijote le
abrazó.
Capítulo XXIV
Personajes: Don Quijote,
Sancho Panza, el cabrero, Cardenio, el Roto, el caballero del bosque, Luscinda,
el duque Ricardo, Fernando y la reina Madásima. Don Quijote atendió las
palabras del astroso caballero, este le agradecía a don Quijote su cortesía y
este le responde que era su deber por ser caballero, el caballero del bosque
les pidió algo de comer, al terminar el Roto de comer, les contó su desgracia,
se llamaba Cardenio, era noble y venía de Andalucía, se había enamorado de una
chica noble, muy bella, llamada Luscinda, crecieron y con la edad también su
amor. El padre de ella le negó la entrada en su casa. Un día el padre de
Cardenio le entregó una carta en la que el duque Ricardo le pedía que fuese
compañero de su hijo mayor, partió en dos días.
El día de la llegada, Cardenio
fue muy bien recibido y allí conoció a Fernando, su segundo hijo, que quiso que
Cardenio fuese su compañero. Entre ellos no había secretos y Fernando le contó
que se había enamorado de una labradora. Cardenio le presentó a su querida
Luscinda y él la alabó de tal modo que empezó a recelar de él. De pronto don
Quijote interrumpió la historia, ya que la había confundido con una de caballería,
dijo que la reina Madásima no presumía y que él mentía como un bellaco. De
pronto a Cardenio le vino una locura repentina y decidió no proseguir con la
historia. Se enfrentó con don Quijote, Sancho también se unió a la pelea, el
Roto quedó tirado por los suelos. El cabrero quiso ayudarle, pero Sancho no le
dejó y acabaron golpeándose.
Al finalizar la pelea, don
Quijote le preguntó al cabrero sobre el paradero de Cardenio, que había huido,
quería oírle terminar la historia, el cabrero le contestó que estaría por los
alrededores y que lo podría encontrar cuerdo o loco.
Capítulo XXV
Personajes: Don Quijote,
Sancho Panza, Dulcinea del Toboso y Rocinante.
Don Quijote seguía errando por
Sierra Morena seguido de su escudero que no ve las cosas muy claras, está loco
por volver a casa. Una vez enterado Don Quijote de las intenciones de su
escudero, le levanta un castigo impuesto con anterioridad y Sancho le dice lo
que piensa, Don Quijote le manda callar después de haber soltado un montón de
refranes. Le dice a Sancho que le va a mandar al Toboso con un mensaje para
Dulcinea. Esta es una campesina de modales de rústicos y toscos. Sancho monta
en Rocinante ya que le robaron el asno, con una carta para ella, en la que Don
Quijote expresa su amor por ella. Don Quijote sufre un recrudecimiento de su
locura y se desnuda, comienza a realizar todo tipo de disparates, tanto físicos
como mentales, todo ello por imitar a Amadis de Gaula. Sancho, viendo que tiene
la posibilidad de abandonar Sierra Morena, se marcha dejando a Don Quijote más
loco de lo que él creía.
Capítulo XXVI
Personajes: Don Quijote,
Sancho Panza, el cura y el barbero.
Cuando se marchó Sancho Don
Quijote se encontró solo y sin saber que hacer y entonces decidió imitar al
Amadis de Gaula en sus todos y actitudes melancólicas, tras esto comienza a
alabar al Amadis de Gaula y que sea imitado por todos en cuanto pudiesen. Tras
rezar un millón de avemarías nos comienza a relatar una poesía en la cual nos
describe el paisaje en el que se encuentra. Al no tener nada de que sustentarse
comienza a buscar algunas de hierbas para poder mantenerse. Entonces Cervantes
pasa a contarnos lo que le sucedía a Sancho. Al llegar Sancho a la venta ve
salir de allí al cura y al barbero que al reconocerle le preguntan por su amo,
Sancho le comienza a relatar todo lo que les había sucedido incluyendo la carta
que llevaba encima. Cuando el cura y el barbero le piden la carta para leerla
Sancho se da cuenta que no la encuentra y comienza a recordar que trataba. Los
dos hombres al darse cuenta de que la carta no tenía sentido alguno se
comenzaron a reír de la poca memoria que tenia el pobre de Sancho que no se
acordaba de lo que iba la carta. Mas tarde le ofrecieron algo de comida y
decidieron ir a buscar a Don Quijote par llevarle con su amada Dulcinea del
Toboso.
Capítulo XXVII
Personajes: Don Quijote,
Sancho Panza, el barbero, el cura, el ventero, la ventera, Cardenio, Luscinda,
Don Fernando. No le pareció mala idea al barbero la invención del cura y la
pusieron en práctica. Pidieron al ventero una saya y unas toscas. Le preguntó
la ventera que para que quisieran esas cosas y el cura le comentó la locura de
Don Quijote y como querían que se disfrazaran para sacarle de la montaña. La
ventera vistió al cura de doncella y al barbero de escudero. Al cabo de unas
horas, ambos salieron y en el camino, el cura pensó en como iba vestido y le
pidió al barbero que se cambiaran los vestidos, este le dijo que cuando
llegaran. Se encontraron con Sancho que se rió al verles, les guió hacia donde
estaba la señal. Al llegar a ella se cambiaron los trajes y mientras Sancho
continuó su camino. En el arroyo, el cura y el barbero oyeron una voz
acompañada de un instrumento, fueron a ver que era. Se encontraron con un señor
que coincidía con la descripción de Cardenio.
El cura se acercó y le dijo
que les contara la historia de porque vivía así. Cardenio, iba a casarse con
Luscinda, pero antes debía pedir permiso al padre de esta, no sabía cono
hacerlo, así que Don Fernando le dijo que le ayudaría, pero que a cambio debía
ir a un sitio, a casa de su hermano y pedirle dinero para él. Cardenio viajó y
estuvo allí ocho días, al cabo de estos le llegó una carta de Luscinda que Don
Fernando había pedido su mano y que se debía casar con él. Cardenio volvió a la
ciudad y buscó a Luscinda, esta le dijo que sino se casaba con él se
suicidaría, y así fue, después de su boda con Don Fernando, se desmayó y murió.
Fue tal el dolor de Cardenio que dejó todo y viajó sin rumbo, al llegar a la
sierra se murió su mula por cansancio y Cardenio cayó desfallecido y al
despertar vio que unos cabreros le habían ayudado. Le dieron de comer y de
beber. Desde entonces vive en la sierra con los cabreros lamentándose de su
vida.
Capítulo XXVIII
Personajes: Don Quijote, el
cura, unos hombres, el barbero, Cardenio, Dorotea, un mozo labrador, un duque,
Don Fernando, hijo menor del duque, Vellido, Galalón, los mayorales, los
jornaleros, las doncellas y los zagales. Don Quijote necesitaba entretenerse y
por ello se inventó una historia. El cura quería consolar a Cardenio, pero hubo
una voz que se lo impidió, entonces el cura y los que con él estaban fueron en
busca del dueño de aquellas palabras y encontraron a un mozo vestido de
labrador que se lavaba los pies. El cura hizo señas a dos hombres para que se
escondieran y observaron lo que hacía el mozo. Cuando este se levantó, Cardenio
le dijo al cura que si no se trataba de Luscinda, aquella persona debía de ser
divina. Una vez que el mozo se quitó la montera y sacudió la cabeza vieron que
era una mujer y Cardenio afirmó que esa belleza sólo podía ser de Luscinda. El
cura pidió a la mujer que se detuviera.
Más tarde al descubrir que era
la mujer la que gritaba, quejándose de su soledad, el cura decidió ayudarla. La
mujer les contó la historia de su vida. En Andalucía había un duque que tenía
dos hijos, el mayor heredó el estado y el pequeño solo las acciones de Vellido
y los embustes de Galalón. Los padres de la mujer eran basallos de este duque,
pero ricos. Ella en casa
de sus padres ayudaba en todo
lo que podía y era la que daba a los jornaleros, mayorales y doncellas lo que
se
merecían. Esto lo cuenta para
que vean que no tiene culpa de hallarse en esa situación. Su tristeza comienza
cuando Don Fernando, el hijo
menor del duque, la solicitó, para ello tuvo que sobornar a todos los de la
casa.
Dorotea, que así se llamaba
ella siguió con la historia, don Fernando hizo muchos juramentos y dijo que
sería
su esposo, pero ella no quiso,
le dijo que no sería del agrado de su padre que se casara con una basalla. La
noche de su desgracia fue
cuando don Fernando se presentó con un anillo, ella quedó confusa.
Al cabo de un tiempo, don
Fernando se casó con una doncella llamada Luscinda, que no era tan rica como
ella, esto la provocó mucha
rabia, por lo que Dorotea salió a buscarle, pero oyó un pregón en el que decían
que lo buscaban, por ello
salió de la ciudad y se encontraba en esa situación.
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