lunes, 25 de enero de 2016

EL QUIJOTE

DON QUIJOTE DE LA MANCHA                                        MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA       (VERSION BREVE)
Capítulo I
Personajes: Don Quijote, Rocinante, el ama, la sobrina de don Quijote y Dulcinea del Toboso
La historia transcurre en La Mancha, donde el protagonista es un hombre cincuentón muy dado a las novelas
de caballería, sobre todo a las de Feliciano de Silva, estás eran tan liosas que le llevaron a la locura.
Él creía ser un prestigioso caballero andante y como tal tener armas y un rocín a punto para cualquier batalla.
Le llevo mucho tiempo pensar un nombre para su rocín, pues este debía ser significativo, que sonara
poderoso, como Rocinante.
También se buscó un nombre para sí, uno que honorara a su patria, le llevó muchos días, pero al final dio con
uno, don Quijote de la Mancha.
Pensó que todo buen caballero necesitaba una dama de quien enamorarse y por quien librar batallas. Recordó
a un antiguo amor, una moza llamada Aldonza Lorenzo, a la que él llamó Dulcinea del Toboso.
Capítulo II
Personajes: Don Quijote, Rocinante, dos mujeres, el ventero.
Don Quijote hizo su primera salida, y aunque no es cabello, lo simulaba.
En su camino encuentra una venta y don Quijote piensa que es un castillo. Allí don Quijote encuentra a dos
mujeres y piensa que son dos doncellas. Entra en la venta y le dice al ventero que está buscando un sitio donde
dormir, el ventero le dice que en la venta está todo ocupado. Las dos mujeres le ofrecen algo de comer y se
siente muy agradecido.
Capítulo III
Personajes: Don Quijote, Rocinante, Molinera, Tolosa, el ventero y los huéspedes.
Don Quijote al final se hospeda en la venta y le pregunta al ventero si tiene algún lugar donde pueda dejar sus
armas, ya que al día siguiente quería que le nombrara caballero andante. El ventero se dio cuenta de que no
andaba muy bien de la cabeza le siguió la broma e hizo todo lo que le pidió. Don Quijote dejó sus armas en le
patio y las estuvo velando toda la noche.
Un huésped de la casa se acercó al pozo para darle beber a su caballo y don Quijote se enfrentó con él, ya que
mientras se velaban las armas nadie podía acercarse a ellas, los demás huéspedes empezaron a tirarle piedras y
entonces el ventero les explicó que estaba loco.
El ventero dijo a don Quijote que debían adelantar la ceremonia, esto lo hizo por quería que se marchara
rápido. Más tarde fue nombrado caballero andante por el ventero que fue ayudado por Tolosa y Molinera.
Marchó siendo caballero andante.
Capítulo IV
Personajes: Don Quijote, Rocinante, Andrés, el labrador, los mercaderes toledanos, los criados, los mozos,
Dulcinea del Toboso. Cuando Don Quijote salió de la venta, decidió ir a su aldea para encontrar un escudero que le acompañara en
sus batallas. Cuando estaba a medio camino oyó gritos y fue a ver lo que pasaba. Vio a un labrador dar
latigazos a su criado entonces Don Quijote se enfrentó a él. Don Quijote le amenazó de muerte y este soltó al
criado, pero cuando Don Quijote se marchó volvió a pegar al criado. Esta batalla se la dedicó a su amada
Dulcinea.
Cuando llegó a la aldea y sé encontró a unos de los mercaderes que tomó como enemigos.
Don Quijote les obligó a decir que Dulcinea era muy bella y ella le dijeron que se lo diría aunque fuera fea y
Don Quijote se enfadó mucho un mozo empieza de pelearse con Don Quijote.
Capítulo V
Personajes: Don Quijote, Rocinante, Pedro Alonso, Nicolás, Pedro Pérez y el ama.
Don Quijote, tras la pelea había quedado muy cansado él recordaba las historias de sus libros y creía que las
personas de su alrededor eran los personajes de ellas.
Estando en le suelo pasó un labrador vecino suyo, Pedro Alonso, que le recogió y le subió en su borrico
llevándole al puerto. En el camino, don Quijote iba recitando síntomas de su locura. Cuando llegaron a la casa
del hidalgo, encontraron al cura, al ama y a su sobrina muy preocupados, el ama le acostó para que
descansara, mientras le preguntaron al labrador que había pasado.
Capítulo VI
Personajes: Don Quijote, la sobrina de don Quijote, el barbero y el cura.
Mientras que don Quijote dormía, su sobrina, el ama, el cura y el barbero entraron en la biblioteca de don
Quijote, la cuál estaba llena de libros de caballería. La sobrina y el ama dijeron que debían quemar los libros,
pero los demás quisieron primero echarles una hojeada por si había alguno de alguien famoso o un conocido.
Hubo bastantes que no fueron quemados, entre ellos estaban "Amadis de Gaula", "Palmerín de Inglaterra",
"La Galatea", entre otros.
Se dieron cuenta del error que hubieran cometido si hubieran quemado los libros sin antes mirarlos.
Capítulo VII
Personajes: Don Quijote, el cura, el barbero, el ama, la sobrina de don Quijote, el labrador, Rocinante y el
asno.
Don Quijote estaba todavía dormido y comenzó a gritar, todos fueron a ver que le pasaba y entonces se
despertó. Su sobrina le dio de comer y volvió a quedarse dormido.
El cura y el barbero pensaron que para que no encontrase los libros restantes tapiaran la habitación biblioteca.
Así lo hicieron.
Cuando don Quijote despertó buscó la biblioteca y al no encontrarla preguntó al ama, esta le dijo que se la
había llevado el diablo pero su sobrina le dijo que había sido un encantador.
Don Quijote le pidió a un labrador llamado Sancho Panza que fuera su escudero, este accedió. Llenó sus
alforjas y montó en su asno, junto a don Quijote y Rocinante partió hacia campos de Montier.
Capítulo VIII
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, Rocinante, Dulcinea del Toboso, dos frailes, dos mozos, una señora y
un escudero.
Don Quijote y Sancho iban caminando y vieron a lo lejos unos molinos de viento con grandes aspas, el
valiente caballero pensó que eran gigantes con muchos brazos a los que tenía que desafiar, se acercó con su
lanza y en un soplo de viento cayó y la lanza quedó hecha pedazos. Sancho viendo esto fue a socorrer a don
Quijote, este ya recuperado fabricó otra lanza con la rama de un árbol. Camino de Puerto Lápice se
encontraron con dos frailes de San Benito, dos mozos y un carruaje en el cuál iba una señora.
Don Quijote pensó que tenía la obligación de salvar a esa señora y decidió enfrentarse con los frailes. Más
tarde don Quijote se peleó con un escudero que había escuchado y visto la pelea entre los dos frailes y don
Quijote, ambos sacaron sus espadas y se enfrentaron.
Capítulo IX
Personajes: Don Quijote, Sancho, Rocinante, el caballero Vizcaino, Dulcinea y dos señoras.
Estando en combate don Quijote y el caballero Vizcaino se mataron, pero al autor no le pareció bien el final
así que lo cambió.
El autor estaba en Alcaná y vio a un chaval que vendía cartapacios, al cuál compró algunos.
Los cartapacios estaban en árabe y no los entendía, así que le pidió a un moro que los tradujera, decían así:
"Esta Dulcinea tantas veces en esta historia referida, tuvo la mejor mano para salvar puercos que ninguna otra
mujer de La Mancha", en el primer cartapacio estaba pintada la batalla entre don Quijote y el caballero
Vizcaino, también estaban incluidos don Quijote y Sancho Panza. El moro siguió leyendo: "los dos caballeros
con las espadas en alto se dedicaron a atacar y el primero en atacar fue el caballero Vizcaino, que dio a don
Quijote en el hombre izquierdo, cayendo al suelo y desmontándosele la armadura. Se levantó con ira y
agarrando la espada le atacó dándole en la cabeza. El caballero Vizcaino cayó y empezó a sangrar por la nariz.
Don Quijote le obligó a rendirse, el caballero Vizcaino había quedado tan mal que sino hubiera sido por las
dos señoras del coche que suplicaron clemencia le habría matado. Don Quijote aceptó lo que pedían las
señoras a cambio de que el caballero Vizcaino fuera al Toboso a presentarse de su parte a Dulcinea.
Capítulo X
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, Rocinante y el asno.
Cuando Sancho Panza se levantó algo maltratado por el mozo Vizcaino, ayuda a don Quijote a montar en
Rocinante pero antes le pidió que le hiciera gobernador de la ínsula que acababan de ganar.
Don Quijote le respondió que esas aventuras no eran de ínsulas, sino de encrucijadas y que más adelante le
haría gobernador de la ínsula.
Tras un rato de camino, Sancho dijo a don Quijote que deberían refugiarse en una iglesia, ya que había herido
a aquel mozo y la santa hermandad les podía prender.
Don Quijote le replicó que a los caballeros nunca se les presentaba ante la justicia por muchos homicidios
cometidos.
Tras curase don Quijote las heridas con los ungüentos de Sancho, le dijo que tenía la receta del bálsamo de Fierabrás, gracias a ella si alguna vez le partían en dos quedaría curado.
Más tarde comieron y Sancho se lamentó de no tener manjares para su amigo, este le dijo que los caballeros se
alimentaban de lo que encontraban por el camino.
Buscaron alojamiento para pasar la noche y al no llegar al poblado durmieron al lado de las chozas de unos
cabreros
Capítulo XI
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, Rocinante, un hombre, Eulalia y los cabreros.
Don Quijotefué acogido por unos cabreros junto a Sancho y Rocinante. Los cabreros con buena voluntad les
invitaron a la mesa, todos se sentaron menos Sancho que más tarde, aconsejado por don Quijote, acabó por
sentarse.
Don Quijote empezó a hablar de tiempos pasados donde todo se compartía y solo había paz, amistad y
concordia, no había fraudes ni malicia. Otra cosa que resaltaba en su comentario era que no hacía falta juzgar
a nadie porque nadie hacía cosas que mereciesen ser juzgadas. Mientras que don Quijote hablaba, Sancho y
los cabreros seguían comiendo y bebiendo. Los cabreros le ofrecieron a don Quijote un romance acompañado
del sonido del robal, este romance trataba de un hombre que intentaba cortejar a su dama llamada Eulalia sin
que ella respondiera a su amor de modo alguno. Cuando terminó el romamce, don Quijote quiso que
continuara la
velada, pero Sancho, más comprensivo, dijo que lo mejor sería que don Quijote se fuera a dormir y que los
cabreros debían tambien descansar para la larga jornada que les esperaba mañana.
Don Quijote, como buen caballero, decidió quedarse velando.
Capítulo XII
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, Pedro, los cabreros, Marcela, Grisóstomo, Ambrosio, Guillermo y tío de Marcela.
Estaba don Quijote con uno de los cabreros cuando llegó un mozo del pueblo a comunicarles que había muerto el estudiante Grisóstomo. Todos le dijeron al mozo que les explicara eso de que había muerto por amores. El mozo les dijo que había sido por Marcela, la hija del rico y les explicó como en el testamento de Grisóstomo se indicaba donde quería ser enterrado. Los cabreros se pusieron de acuerdo para ver quien iba al entierro y quien se quedaba cuidando las cabras. Después de esto don Quijote le preguntó a Pedro que quien era Grisóstomo y este le explicó que era un mozo que había estudiado astrología en Salamanca. Cuando terminó sus estudios se dedicó a aconsejar a los señores de la zona sobre lo que debían sembrar en cada época del año y así le hizo ganar a su padre una buena fortuna.
Decidió vestirse de pastor con Ambrosio para conquistar a Marcela, la pastora de la que estaba enamorado, Marcela era una moza muy bella que vivía con su tío, que era sacerdote, debido a la muerte de sus padres que la habían dejado una buena fortuna. Debido a su belleza, muchos caballeros pedían la mano de Marcela, pero esta quería que Marcela eligiera por si misma, siempre le consultaba y ella le decía que era muy joven. Aunque su tío no la dejaba salir y la tenía muy controlada, se hizo pastora como las demás mozas, como era tan bella rompió el corazón de muchos pastores, como fue el caso de Grisóstomo, que murió por el amor de ella. Así acabó el relato de Pedro y don Quijote quedó en ir al entierro que se celebraría al día siguiente, después Sancho le pidió a Pedro que dejara dormir a don Quijote en su casa debido a sus heridas, este aceptó. Sancho durmió apoyado en Rocinante.
Capítulo XIII
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, los cabreros, Grisóstomo, los pastores, Vivaldo, un hombre, tres mozos, Pedro, Dulcinea del Toboso y Ambrosio.
Cuando amaneció, los cabreros se levantaron y fueron a despertar a don Quijote, le dijeron que si iba a ir al entierro de Grisóstomo y dijo que sí.
Cuando iban por el camino se encontraron con un grupo de pastores vestidos de negro y coronados con guirnaldas de ciprés, también traían un bastón de acebo, con ellos venían a pie Vivaldo. Uno de los hombres le preguntó a don Quijote porque iba armado de esa manera en una tierra tan pacífica, este le contestó que el trabajo, la inquietud y las armas solo se inventaron para los llamados caballeros andantes de los cuales él era el menor.
Al oír esto, Vivaldo tuvo por loco a don Quijote. Luego le preguntó que qué quería decir con caballero andante, don Quijote sorprendido le respondió que si nunca había leído las aventuras del rey Arturo y le contó la historia. Vivaldo le dijo que su profesión era la más estrecha que había en la tierra y más importante que la de los frailes, don Quijote contestó que la religión siempre quería el bien, pero lo único que hacían era pedirlo al cielo y que los caballeros andantes peleaban por esto, así siguió Vivaldo haciéndole pregunta y añadiendo comentarios. Cuando don Quijote dijo que tenía una amada y que su nombre era Dulcinea el Toboso, los pastores y Sancho comenzaron a pensar que realmente estaba loco.

Llegaron a las montañas donde iban a enterrar a Grisóstomo, traían el cuerpo Ambrosio y un compañero. Cuando le dejaron donde él mandó enterrar, pusieron sus libros alrededor de él para luego quemarle, pero Vivaldo dijo que no y cogió uno de ellos para conservarlo como recuerdo, pero Ambrosio dijo que los restantes serían quemados. Vivaldo leyó la canción que escribió antes de morir.
Capítulo XIV
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, Ambrosio, Vivaldo, Marcela, Grisóstomo, los huéspedes y caminantes. Los versos desesperados de Grisóstomo narran el deseo de esforzarse por olvidar su amor hacia Marcela, en la cual encuentra celos y mucha confusión. En esta canción, comenta su muerte por Marcela, habiendo escuchado la canción de Grisóstomo, el que la leyó no quedó satisfecho comparándola con la historia que había escuchado sobre la bondad de Marcela.
Pero Ambrosio les aclaró la versión, diciendo que esta canción la escribió en ausencia de Marcela. A Grisóstomo le fatigaban los celos imaginarios que sentía, de pronto apareció la bella Marcela. Ambrosio, sin contenerse, la preguntó que porque estaba allí y la acusó de culpable de la muerte de su amigo, esta contestó que ella no tenía la culpa de ser hermosa y bella, el cielo lo había querido así y por no romper el corazón de muchos hombres fue a parar de pastora a los montes.
Dicho esto se marchó y don Quijote compadecido de ella y como buen caballero se levantó y gritó que si alguien se enamoraba de Marcela su furia caería sobre él. Acabados de quemar todos los escritos de Grisóstomo pusieron su cuerpo sobre la sepultura y lo cerraron, echaron flores y ramos y Ambrosio se encargó de poner una lápida con su epitafio. Le dieron el pésame a Ambrosio y don Quijote se despidió de los huéspedes y caminantes para seguir su camino en busca de ladrones por toda la sierra.
Capítulo XV
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, Marcela, Rocinante, el asno, arrieros gallegos y las yeguas de los gallegos.
Don Quijote y Sancho fueron hacia el bosque en busca de Marcela pero no tuvieron éxito. Comieron en un prado de hierba fresca y dejaron a Rocinante y al asno pastando, con ellos pastaban las yeguas de uno arrieros gallegos. Rocinante, siguiendo su impulso natural, fue hacia ellas, pero estas le rechazaron dándole golpes con los dientes. Los arrieros se unieron y dejaron al pobre Rocinante tirado en el suelo. don Quijote y Sancho, que habían visto la pelea, fueron a ayudar a Rocinante, Sancho no quería porque eran muchos, pero siguió fiel a su amo.
Don Quijote y Sancho acabaron la pelea en el suelo mal heridos.
Don Quijote se sentía muy culpable, porque según la ley de caballería no se podía luchar contra hombres que no fueran caballeros y los arrieros no lo eran.
Aconsejó a Sancho que la próxima vez tendría que luchar él solo, pero el escudero, atemorizado, le dijo que no, que él no iba a luchar y menos solo, que él era muy pacífico. Más tarde Sancho recostó a don Quijote sobre el asno y partieron buscando un sitio donde pasar la noche. Encontraron una venta, que don Quijote consideró un castillo, y entraron en ella.
Capítulo XVI
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, el ventero, la hija del ventero, Maritornes, el arriero, un cuadrillero de la Sta Hermandad vieja de Toledo, doncella y Dulcinea. Don Quijote llegó a la venta que él imaginaba castillo y el ventero que le vio preguntó a Sancho que qué le pasaba, él contestó que había caído de una peña y tenía las costillas dañadas. Mandó el ventero a su mujer y a su hija que curasen al huésped, entre la moza asturiana y Maritornes hicieron una cama a don Quijote al lado de un arriero. Se acostó don Quijote y entre la ventera y su hija curaron a don Quijote. Viendo la ventera el cuerpo de don Quijote pensó que más que una caída esos eran golpes, Sancho dijo que la peña en la que se había caído tenía muchos picos. Preguntaron a Sancho el nombre del caballero y este les contestó que don Quijote de la Mancha, tambien les dijo que debían sentirse orgullosos d tener allí a tan honorable caballero.
 El arriero que dormía en la venta había concertado con la asturiana Maritornes una cita para aquella noche y ella había dado su palabra de que iría. Junto a don Quijote se había hecho una cama Sancho con mantas y pronto se quedó dormido, pero don Quijote seguía despierto pensando que la hija del ventero se había quedado prendada de él y que por la noche iría en su busca. Llegó la asturiana que topó con los brazos de don Quijote, ya que la habitación estaba a oscuras, él la creyó como la más hermosa mujer pese a que su pelo y su aliento no eran lo que él pensaba. Don Quijote le dijo que no podía pagarle esta vista porque estaba comprometido con Dulcinea. Esto lo escuchó el arriero y vio que Maritornes intentaba desasirse de los brazos de don Quijote, así que decidió ayudar a su amada. Estuvieron peleando largo rato pero cuando llegó el ventero no encontró alboroto alguno. Maritornes estaba acurrucada junto a Sancho lo que provocó que el ventero empezara a dar a Sancho y este a un mozo. Ser despertó un cuadrillero de la Sta Hermandad de Toledo y pidió que se fueran todos a dormir
Capítulo XVII
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, Dulcinea del Toboso, Maritornes, el asno, el ventero, el cuadrillero, la hija del ventero y los gallegos.
Don Quijote preguntó a Sancho si dormía y este le dijo que aunque quería no podía, porque todos los diablos habían estado con él esa noche, don Quijote le dijo que podía ser porque el castillo estaba encantado y le confesó una cosa que le había pasado esa noche, pero le hizo jurar que no se lo contaría a nadie hasta que él hubiese muerto, habiéndolo jurado le deseo la muerte a don Quijote ya que no podía guardar las cosas mucho tiempo.
Don Quijote, le contó que la noche anterior había estado hablando cariñosamente con la bella hija del amo del castillo, pero que debía guardarlo en secreto por la fe que tenía en él su señora Dulcinea. Don Quijote le siguió contando a Sancho que como el castillo estaba encantado mientras hablaba con ella, alguien le dio una puñalada y le dejó peor. Por esto don Quijote llegó a la conclusión de que la belleza de aquella mujer la guardaba un moro que no quería que él la poseyera. Después de confesarle el secreto, Sancho le dijo que él tambien había sido golpeado, entonces entró a encender el candil un cuadrillero y le preguntó a don Quijote qué como se encontraba, don Quijote que le confundió con el moro se lo tomó a mal y le insultó llamándole majadero.
El cuadrillero se enfadó y pegó a don Quijote en la cabeza con el candil, luego don Quijote mandó a Sancho a por ingredientes para fabricar un bálsamo y curarse con él las heridas. Cuando Sancho llegó, don Quijote preparó el bálsamo y después de bendecirlo tomó un poco y empezó a vomitar, luego se quedó dormido. Sancho tambien probó un poco, pero como no lo vomitó le sentó muy mal. Cuando se despertó don Quijote ensillaron a Rocinante y al asno y cuando estaban a punto de marcharse llamaron al ventero y este quería que pagasen la posada y don Quijote dijo que los caballeros no pagaban posada, dicho esto huyó. Cogieron a Sancho, el cual tambien se negó a pagar y lo empezaron a mantear hasta que se cansaron y le robaron. Mª Tornes socorrió a Sancho dándole vino.
Capítulo XVIII
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, Rocinante, el asno, Pedro Martínez, Tenorio Hernández, el ventero, Juan Palomeque el zurdo, el emperador Alifanfarón, Pentapolín del Arremangado brazo, su hija, Laurcalco, Micolembo, Brendabarberán de Boliche, Timonel de Carcajona, Pierres Pepín, el duque de Nerbia Espartafilardo del bosque y los pastores. Don Quijote dijo a Sancho que le habría ayudado y defendido, pero que la venta debía estar encantada, ya que él lo intentó, pero unos hombres llamados Pedro Martínez, Tenorio Hernández y Juan Palomeque le retuvieron. Sancho le dijo que debían volver a casa y así no habrían más altercados, pero don Quijote le respondió que no, ya que el vencer batallas era una gran satisfacción. Sancho le recriminó que lo único que habían recibido eran palos. Mientras hablaban, don Quijote vio una gran polvareda y dijo que era un ejército que venía marchando, pero Sancho dijo que debían ser dos ejércitos, ya que había dos polvaredas, al final resultó ser que eran ovejas.
Don Quijote creyó que a la cabeza de un ejército estaba el emperador Alifanfaron y en el otro Pentapolín del Arremangado brazo y que eran enemigos.
Sancho preguntó porque eran enemigos y don Quijote respondió que el emperador era pagano y estaba enamorado de la hija de Pentapolín que era cristiana. Don Quijote quería intervenir y vencer en la batalla. Subieron a la loma para ver mejor y dijo a Sancho: "aquel que allí ves es el veleros Laucardo y aquel otro es el temido Micolembo, aquel es Brendabarberán de Boliche, el de enfrente es Timonel de Carcajona" uno a uno fue diciéndole los nombres de todos, el duque de Nerbia, Pierres Pepín. Don Quijote se bajó de la loma para ayudar al ejército del emperador, mientras Sancho le decía que volviese, los pastores de las ovejas apedrearon al pobre don Quijote que mató a siete ovejas. Los pastores creían que lo habían matado y se fueron corriendo. Sancho bajó y habló con su amo la posibilidad de volver a casa, pero al final decidieron ir a buscar alojamiento.
Capítulo XIX
Personajes: Don Quijote, Sancho, el bachiller Alonso López y los caballeros. Sancho le dice don Quijote que todas las aventuras que están pasando han sido debidas al pecado que cometió al desobedecer la orden de su caballería. Don Quijote le dio la razón. Llegó la noche y no tenían donde pasarla, tenían hambre y no sabían que hacer. Siguieron caminando creyendo que a una o dos leguas encontrarían una venta. Vieron a lo lejos que se acercaba una multitud de hombres y se quedaron haber que pasaba. Sancho empezó a temblar y don Quijote le dijo que esa sería una grandísima aventura. Vieron a veinte encamisados, todos a caballo con sus antorchas encendidas, detrás de estos venían a pie unos vestidos de luto, esta visión a esas horas de la noche hizo que Sancho tuviera mucho miedo. A don Quijote le recordó a una escena de un libro y pensó que traían a un caballero en andas a las que él debía vengar. Se echó en medio del camino gritando. Debido a que no quisieron parar, don Quijote se enfrentó a ellos, Sancho le dijo que había sido muy valiente y que le había salvado. Uno de los hombres que estaba en el suelo le dijo a don Quijote que no le matara, que era un bachiller llamado Alonso López, natural de Alcobendas y le explicó que venía de la ciudad de Baeza, con destino a Segovia para dar sepultura al caballero que llevaban en la litera. Sancho le explicó al bachiller que el valiente que les había derrotado era don Quijote de la Mancha o el caballero de la triste figura. El bachiller se marchó y al poco volvió y le dijo a don Quijote que quedaba excomulgado por luchar contra ellos, pero don Quijote le dijo que no sabía que había peleado con miembros de la Iglesia, dicho esto se marchó el bachiller si decir nada. Sancho y don Quijote cogieron a Rocinante y al asno y buscaron un sitio donde pasar la noche.
Capítulo XX
Personajes: Don Quijote, Sancho, Rocinante, el asno, el pastor López Ruiz y la pastora Torralba. Don Quijote y Sancho iban por la noche andando acompañados por Rocinante y el asno buscando una fuente. Encontraron un arroyo, pero cuando iban hacia él escucharon golpes extraños que asustaron a Sancho Don quijote quiso ver que pasaba, pero Sancho no le dejó entonces don Quijote le pidió que le contara un cuento. Este le contó uno que decía así, un pastor llamado López Ruiz estaba enamorado de una pastora, Torralba, esta intentaba poner muchas veces celoso a López Ruiz y este acabó por cansarse y decidió marcharse de la ciudad, Torralba intentó impedírselo, pero no sirvió de nada. Sancho le dijo a don Quijote que ahora debía contar todas las ovejas de la historia, est lo hizo para asegurase la atención de su amo. Don Quijote perdió la cuenta y Sancho dio por finalizado el cuento.
Estuvieron hablando toda la noche hasta el amanecer. Don Quijote volvió a oír otra vez los golpes y quiso ir a averiguar que pasaba, pero Sancho, llorando, le pidió que por favor no fuera. Don Quijote no le hizo caso y fue a ver que pasaba. Llegaron a un prado en el que había unas casas mal hechas, de ellas procedían los golpes, los autores eran solo tres niños de Batán. Sancho no pudo aguantar la risa y esto molestó mucho a don Quijote y le pegó en la espalda.
Capítulo XXI
Personajes: Don quijote, Sancho Panza, Martina, Mambrino, Helena, Dulcinea del Toboso, el Gran Mameluco de Persia, un rey, una reina, la infanta, Rocinante, el asno de Sancho y el del barbero. Don Quijote y Sancho iban caminando y empezó a llover, Sancho le dijo a don Quijote que si sé en los molinos de los Batanes, pero este dijo que no, ya que estaba prediciendo otra aventura. Don Quijote vio al barbero montado en el asno que llevaba el yelmo de Mambrino, el cuál don Quijote deseaba desde hace mucho tiempo, Sancho solo vio a un barbero que se cambiaba de pueblo.
Don Quijote fue a coger el yelmo, y le contó a Sancho la historia del yelmo. Fue forjado por los Dioses y era muy resistente, Sancho le miraba incrédulo. Sancho le dijo que cogiera el asno del barbero porque le gustaba más que el suyo, este le dijo que no pero al final accedió a cogerlo. Mientras iban caminando, Sancho le dijo a don Quijote si le podía contar un secreto. Le dijo que le gustaría que fuera a una corte para dejarse mandar por el rey, y así ser famosos, ricos y bien tratados. Don Quijote le contó a Sancho otra historia, era de un caballero andante que después de haber vencido al gigante Bocabruno y desencantar al Gran Mameluco fue a la corte del rey allí conoció a la reina y a la infanta, después de pasar mucho tiempo en la corte y de ganar muchas batallas, se casó con la infanta y cuando murió el rey le cedió el puesto al caballero. El nuevo rey casó a su escudero con una criada y le hace duque. Después de contar esto le preguntó a Sancho si era lo que quería y este le dijo que sí y se marcharon.
Capítulo XXII
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, el asno, Rocinante, el comisario, los guardas, los galeotes y Ginés de Pasamonte. Don Quijote y Sancho iban caminando y vieron por el camino a doce hombres encadenados y a dos en caballo y con escopetas. Los doce hombres eran galeotes, esclavos del rey que iban a las galeras. Don Quijote pensó que era una injusticia, ya que iban en contra de su voluntad. Fue a hablar con uno de los guardas y le preguntó porque iban encadenados y este le dijo que hablara con ellos. Don Quijote fue preguntando uno por uno las causas de sus desgracias, algunos se echaron a llorar por su desdicha. Al rato llegó otro preso aun más encadenado que los demás y don Quijote quisieron saber el porque y le dijeron que había cometido más delitos que los otros. Se llamaba Ginés de Pasamonte y se acercó a don Quijote diciéndole que no quería limosna. El guarda se acercó al preso enfurecido y sacó la vara para darle, pero intervino don Quijote y les dijo que dejaran a estos hombres en manos de Dios, pero uno de los guardas dijo que no tenían el suficiente poder sobre ellos como para dejarles libres. Don Quijote empezó a luchar con ellos por la libertad de los presos, estos ayudaron a don Quijote, los guardas huyeron y Sancho muy triste le rogó a su amo que tambien se fueran. Don Quijote mandó a los galeotes que se presentaran ante Dulcinea y la contaran la batalla. Ginés viendo la locura del caballero comenzó a apedrearles y los demás le siguieron, les robaron y al pobre Sancho le dejaron desnudo. Los ladrones huyeron de la Santa Hermandad.
Capítulo XXIII
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, Ginés de Pasamonte, un cabrero, el asno, los pastores y un mancebo.
Don Quijote y su escudero llegaron a Sierra Morena. Mientras dormían llegó Ginés y aprovechándose de la situación le roba el asno a Sancho y huye. Por la mañana, Sancho estaba muy triste por la pérdida de su asno y don Quijote prometió recompensarle con tres pollinos. En su camino tropezaron con una maleta que tenía ropa, escudos de oro y un libro. Don Quijote leyó el libro y le dio a Sancho los escudos, siempre y cuando si encontraban a su dueño se los devolviera. Siguieron su camino y vieron a un hombre desnudo saltar de peña en peña. Don Quijote pensó que podía ser el dueño de la maleta y trató de alcanzarle, Sancho no quería ya que quería quedarse con el dinero, pero al final acompañó a su amo. Apareció un cabrero al que preguntaron si había visto al dueño de la maleta, este les cuenta que hace unos meses llegó a una majada de pastores un mancebo en busca de un lugar escondido, los pastores le dijeron uno y se dirigió hacia allí. Pasados unos días el mancebo empezó a atacar a los pastores del lugar para robarles. Cuando fueron a buscarlo encontraron a un hombre cortés y amable que les contó que estaba allí para cumplir penitencia. Se disculpó por los asaltos y prometió no volver a hacerlo, pero pasados unos minutos se lanzó contra uno de los pastores creyendo que era un tal Fernando al que insultaba. Con esto vieron que la locura le venía a ratos. Los pastores querían llevarle al pueblo para así poder curar su locura. Terminado el relato, apareció el mancebo y don Quijote le abrazó.
Capítulo XXIV
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, el cabrero, Cardenio, el Roto, el caballero del bosque, Luscinda, el duque Ricardo, Fernando y la reina Madásima. Don Quijote atendió las palabras del astroso caballero, este le agradecía a don Quijote su cortesía y este le responde que era su deber por ser caballero, el caballero del bosque les pidió algo de comer, al terminar el Roto de comer, les contó su desgracia, se llamaba Cardenio, era noble y venía de Andalucía, se había enamorado de una chica noble, muy bella, llamada Luscinda, crecieron y con la edad también su amor. El padre de ella le negó la entrada en su casa. Un día el padre de Cardenio le entregó una carta en la que el duque Ricardo le pedía que fuese compañero de su hijo mayor, partió en dos días.
El día de la llegada, Cardenio fue muy bien recibido y allí conoció a Fernando, su segundo hijo, que quiso que Cardenio fuese su compañero. Entre ellos no había secretos y Fernando le contó que se había enamorado de una labradora. Cardenio le presentó a su querida Luscinda y él la alabó de tal modo que empezó a recelar de él. De pronto don Quijote interrumpió la historia, ya que la había confundido con una de caballería, dijo que la reina Madásima no presumía y que él mentía como un bellaco. De pronto a Cardenio le vino una locura repentina y decidió no proseguir con la historia. Se enfrentó con don Quijote, Sancho también se unió a la pelea, el Roto quedó tirado por los suelos. El cabrero quiso ayudarle, pero Sancho no le dejó y acabaron golpeándose.
Al finalizar la pelea, don Quijote le preguntó al cabrero sobre el paradero de Cardenio, que había huido, quería oírle terminar la historia, el cabrero le contestó que estaría por los alrededores y que lo podría encontrar cuerdo o loco.
Capítulo XXV
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, Dulcinea del Toboso y Rocinante.
Don Quijote seguía errando por Sierra Morena seguido de su escudero que no ve las cosas muy claras, está loco por volver a casa. Una vez enterado Don Quijote de las intenciones de su escudero, le levanta un castigo impuesto con anterioridad y Sancho le dice lo que piensa, Don Quijote le manda callar después de haber soltado un montón de refranes. Le dice a Sancho que le va a mandar al Toboso con un mensaje para Dulcinea. Esta es una campesina de modales de rústicos y toscos. Sancho monta en Rocinante ya que le robaron el asno, con una carta para ella, en la que Don Quijote expresa su amor por ella. Don Quijote sufre un recrudecimiento de su locura y se desnuda, comienza a realizar todo tipo de disparates, tanto físicos como mentales, todo ello por imitar a Amadis de Gaula. Sancho, viendo que tiene la posibilidad de abandonar Sierra Morena, se marcha dejando a Don Quijote más loco de lo que él creía.

Capítulo XXVI
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, el cura y el barbero.
Cuando se marchó Sancho Don Quijote se encontró solo y sin saber que hacer y entonces decidió imitar al Amadis de Gaula en sus todos y actitudes melancólicas, tras esto comienza a alabar al Amadis de Gaula y que sea imitado por todos en cuanto pudiesen. Tras rezar un millón de avemarías nos comienza a relatar una poesía en la cual nos describe el paisaje en el que se encuentra. Al no tener nada de que sustentarse comienza a buscar algunas de hierbas para poder mantenerse. Entonces Cervantes pasa a contarnos lo que le sucedía a Sancho. Al llegar Sancho a la venta ve salir de allí al cura y al barbero que al reconocerle le preguntan por su amo, Sancho le comienza a relatar todo lo que les había sucedido incluyendo la carta que llevaba encima. Cuando el cura y el barbero le piden la carta para leerla Sancho se da cuenta que no la encuentra y comienza a recordar que trataba. Los dos hombres al darse cuenta de que la carta no tenía sentido alguno se comenzaron a reír de la poca memoria que tenia el pobre de Sancho que no se acordaba de lo que iba la carta. Mas tarde le ofrecieron algo de comida y decidieron ir a buscar a Don Quijote par llevarle con su amada Dulcinea del Toboso.
Capítulo XXVII
Personajes: Don Quijote, Sancho Panza, el barbero, el cura, el ventero, la ventera, Cardenio, Luscinda, Don Fernando. No le pareció mala idea al barbero la invención del cura y la pusieron en práctica. Pidieron al ventero una saya y unas toscas. Le preguntó la ventera que para que quisieran esas cosas y el cura le comentó la locura de Don Quijote y como querían que se disfrazaran para sacarle de la montaña. La ventera vistió al cura de doncella y al barbero de escudero. Al cabo de unas horas, ambos salieron y en el camino, el cura pensó en como iba vestido y le pidió al barbero que se cambiaran los vestidos, este le dijo que cuando llegaran. Se encontraron con Sancho que se rió al verles, les guió hacia donde estaba la señal. Al llegar a ella se cambiaron los trajes y mientras Sancho continuó su camino. En el arroyo, el cura y el barbero oyeron una voz acompañada de un instrumento, fueron a ver que era. Se encontraron con un señor que coincidía con la descripción de Cardenio.
El cura se acercó y le dijo que les contara la historia de porque vivía así. Cardenio, iba a casarse con Luscinda, pero antes debía pedir permiso al padre de esta, no sabía cono hacerlo, así que Don Fernando le dijo que le ayudaría, pero que a cambio debía ir a un sitio, a casa de su hermano y pedirle dinero para él. Cardenio viajó y estuvo allí ocho días, al cabo de estos le llegó una carta de Luscinda que Don Fernando había pedido su mano y que se debía casar con él. Cardenio volvió a la ciudad y buscó a Luscinda, esta le dijo que sino se casaba con él se suicidaría, y así fue, después de su boda con Don Fernando, se desmayó y murió. Fue tal el dolor de Cardenio que dejó todo y viajó sin rumbo, al llegar a la sierra se murió su mula por cansancio y Cardenio cayó desfallecido y al despertar vio que unos cabreros le habían ayudado. Le dieron de comer y de beber. Desde entonces vive en la sierra con los cabreros lamentándose de su vida.
Capítulo XXVIII
Personajes: Don Quijote, el cura, unos hombres, el barbero, Cardenio, Dorotea, un mozo labrador, un duque, Don Fernando, hijo menor del duque, Vellido, Galalón, los mayorales, los jornaleros, las doncellas y los zagales. Don Quijote necesitaba entretenerse y por ello se inventó una historia. El cura quería consolar a Cardenio, pero hubo una voz que se lo impidió, entonces el cura y los que con él estaban fueron en busca del dueño de aquellas palabras y encontraron a un mozo vestido de labrador que se lavaba los pies. El cura hizo señas a dos hombres para que se escondieran y observaron lo que hacía el mozo. Cuando este se levantó, Cardenio le dijo al cura que si no se trataba de Luscinda, aquella persona debía de ser divina. Una vez que el mozo se quitó la montera y sacudió la cabeza vieron que era una mujer y Cardenio afirmó que esa belleza sólo podía ser de Luscinda. El cura pidió a la mujer que se detuviera.
Más tarde al descubrir que era la mujer la que gritaba, quejándose de su soledad, el cura decidió ayudarla. La mujer les contó la historia de su vida. En Andalucía había un duque que tenía dos hijos, el mayor heredó el estado y el pequeño solo las acciones de Vellido y los embustes de Galalón. Los padres de la mujer eran basallos de este duque, pero ricos. Ella en casa
de sus padres ayudaba en todo lo que podía y era la que daba a los jornaleros, mayorales y doncellas lo que se
merecían. Esto lo cuenta para que vean que no tiene culpa de hallarse en esa situación. Su tristeza comienza
cuando Don Fernando, el hijo menor del duque, la solicitó, para ello tuvo que sobornar a todos los de la casa.
Dorotea, que así se llamaba ella siguió con la historia, don Fernando hizo muchos juramentos y dijo que sería
su esposo, pero ella no quiso, le dijo que no sería del agrado de su padre que se casara con una basalla. La
noche de su desgracia fue cuando don Fernando se presentó con un anillo, ella quedó confusa.
Al cabo de un tiempo, don Fernando se casó con una doncella llamada Luscinda, que no era tan rica como
ella, esto la provocó mucha rabia, por lo que Dorotea salió a buscarle, pero oyó un pregón en el que decían

que lo buscaban, por ello salió de la ciudad y se encontraba en esa situación.